El proyecto
De niño, recuerdo que en casa siempre se decía que los mejores vinos, se elaboraban en esta zona del Altiplano, y en especial en Lugros. Nosotros, familia humilde y con muy pocos recursos, no disponíamos de apenas tierras, ya que proveníamos del Marquesado de Cortes y Graena y allí todos dependíamos de la Marquesa. Los pocos que tenían pequeños terrenos, se hacían sus propios mostos, que además, cada año eran distintos, pues se hacían de manera muy rudimentaria y artesanal, y antes de utilizar “polvos” como los denominaban, se tiraba el vino por que se acababa avinagrando o aparecían sabores que impedían después consumirlo.
Con el paso de los años y la aparición de nuevas tecnologías, he visto como se han ido buscando vinos excelentes, pero también vinos que desmerecen la tierra de la que provengo, y además, sabiendo que el ecosistema permitía trabajar de forma natural las viñas, quise aventurarme a llevar a cabo lo que mi familia pobre y sin recursos no pudo hacer cuando yo era niño.
Ahora que soy una persona madura pero siempre con inquietudes emprendedoras, quiero dejar un legado en mi tierra natal de algo que para mi es un tesoro: un vino de Altura a los pies de mi amada Sierra Nevada, lo más natural y saludable posible y de la máxima calidad.
Celebremos la vida, celebremos lo natural, y disfrutemos de la fortuna que es brindar por ello con un vino que proviene de un entorno único en la Península y que forma parte del Geoparque de Granada, declarado por la UNESCO como un ecosistema ÚNICO en el MUNDO.
Antonio Saavedra
Fundador