Entorno
Nuestros viñedos están localizados en dos zonas muy concretas a los pies de Sierra Nevada; Las plantas más jóvenes (con 6 años de vida) se encuentran en Cauzón (Grena), donde contamos con una superficie de plantación de algo más de 2 hectáreas de terreno, mientras que las más viejas (superando ya los 40 años de vida) se encuentran en Lugros donde otras 3 hectáreas más completan el total del cultivo.
El viñedo más joven, cuenta con variedades tintas como Tempranillo, Syrah, Cabernet Sauvignon y Garnacha, y otras Blancas como Sauvignon Blanc, Baladí Verdejo, Chardonnay y Macabeo, todas ellas regadas por las mismas aguas que debido a la dichosa situación orográfica e hidrográfica existentes en esta zona, podemos pensar y así lo consideramos, que está regado, nuestro viñedo, por las aguas termales que reinan en la zona de Graena.
En el caso de las viñas más veteranas, encontraríamos también variedades similares a las anteriores, además de la variedad tinta Merlot, muy apreciada por las bondades que confiere al coupage de uvas que da lugar a origen a nuestro exquisito vino tinto Saaboor.
Y es inevitable al hablar de nuestra uva Merlot, resaltar la dificultad de cultivo de nuestro viñedo, ya sea por la precocidad de su maduración, como por la orografía donde se encuentra, que conjugado con que es un viñedo cultivado en secano, nos permite obtener una uva excepcional para redondear nuestros vinos tintos joven y crianza.
La característica principal de nuestras fincas es la ubicación de las mismas, la cual da lugar a vinos de calidades tales que merecen el reconocimiento por la IGP Altipano de Sierra Nevada.
La altura de cultivo a la que se encuentran nuestros viñedos, entre los 1000 y los 1300 metros de altura, nos va a regalar una diferencia de temperatura entre el día y la noche de hasta 25 grados.
Es muy común soportar temperaturas durante el día que pueden llegar a los 40º, mientras que las noches frescas no superan los 15º C. De esta manera, la uva madura de manera sincrónica, lentamente y de forma equilibrada llegando a una maduración completa de los polifenoles que la compone. Además, por otro lado, las altas temperatura diurnas durante este periodo, hacen mantener la enfermedades fúngicas controladas, de modo que los tratamientos fitosanitarios son completamente nulos durante el ciclo vegetativo y sobre todo durante el periodo de maduración, manteniendo así la calidad de la misma, lo que nos permite poder certificar, que toda nuestra producción es 100% ECOLÓGICA..
Al no realizar ningún tratamiento fitosanitario favorecemos a mantener las distintas poblaciones en equilibrio, de modo que la presencia de la propia fauna auxiliar como los coccinélidos, los carábidos o las crisopas que habita entre nuestras plantaciones, se encargan de forma organizada de respetar la cadena alimentaria, actuando como depredares de cochinillas, ácaros, trips… entre otros patógenos de la vid.